El Escándalo de la casta que se viene
Se nominan “advenedizos” a las personas o grupos sociales que se introducen subrepticiamente en una posición social, institución o actividad que no les corresponde por formación, méritos, ascendencia o promoción admisible.
En la categoría caben: el intruso, el trepa, el enchufado, el arribista… En la actual clase política se dan con frecuencia elementos de esta calaña de gente, que en el español argentino llaman “piojo resucitado”, y suelen ir de la mano de “padrinos” o “amigos” para conseguir su nueva condición.
Se dan casos bien conocidos en “ejemplares” políticos de partidos llegados de aluvión, como el populista “Podemos” o la llamada “nova aristocracia” surgida del “tres por ciento” que alimentó el independentismo catalán, desde “Convergencia”, “Esquerra” o la “CUP”, caracterizados por su forma de ser o de “estar” en la cosa pública, arramblando en nombre de “la ideología” y estableciéndose como especie nueva con desprecio de la especie habitual.
Lo contradictorio de estos bichos de la política es que tanto los podemitas como los separacionistas consiguen su condición elitista y de ricachos predicando, unos a “los pobres de la sociedad capitalista”, cuando son ellos los que arruinan la idea de comunismo mediante el “aprovechamiento de clase”; los otros, enfrentándose al “charnego” o “maqueto”, que les prepara la “tortilla española” y les tolera la engañifa del “tres por ciento” aristocrático, que beneficia a la burguesía política advenediza.
Todo ello viene a cuento de lo que cuentan muy buenas fuentes sobre “el golpe” dado por Ione Belarra, la Diputada de Podemos, nombrada por su jefe Secretaria de Estado para la Agenda 2030.
Nada mas sentarse en el sillón del cargo “de estado”, Ione se apresuró a enchufar a su pareja, Ignacio Eduardo Ramos Delgado, engordándole con el nombramiento de Asesor en el Grupo Parlamentario de “Unidas, Podemos”. El allegado por la puerta de atrás lo bordó pocas fechas después de que ambos hayan adquirido su “nido” en Puente de Vallecas, con una hipoteca que suma 141.400€, concedida por la ya celebre Caja de Ingenieros, entidad crediticia que ya avaló los prestamos del Casoplon de Pablo Iglesias e Irene Montero, y de otros advenedizos como Gabriel Rufián.
Por su nombramiento, el interfecto percibirá sueldo anual como asistente de “Unidas” la no despreciable cantidad de 29.000€ brutos en su “puesto de confianza”, que ahora cambia por el de su puesto “editor de cine”, que decía desempeñar.
La Caixa d’Enginyers, que en Cataluña también sufraga cuentas de “solidaridad” con fianzas para los independentistas, se supone que además mantiene contactos crediticios, amén de con Gabriel Rufián, otros separatistas como la portavoz de JxCat, Laura Borrás Castanyer, a la que la Sala II del Tribunal Supremo ha abierto procedimiento penal por adjudicar contratos “a dedo” a su amigo Isaías Herrero Florensa, imputándoles a una y otro delitos de malversación de caudales públicos, fraude a la administración y falsedad documental.
El amigo de Laura recibió un total de 18 contratos fraccionados por valor de 259.863€, cuando la política de marras ocupaba, entre los años 2013 y 2018, la Dirección de la Institución de las Letras Catalanas. El favorecimiento, como contrato fraudulento, reflejaba -según la Instrucción de la causa- “importes y conceptos inventados, incumpliendo las normas aplicables en el procedimiento administrativo pertinente” …, aludiendo a “gastos variados a los que Isaías debía hacer frente al recurrir a entidades tras las que se ocultaba su identidad”.
Todo un “castañazo penal” que la Diputada y Portavoz de JxCat, Laura Borras Castañer, recibe por seguir la estela del bandolerismo catalán, cuya tradición se remonta a José Pujol y Barraca, “el Boquica”, ante pasado del mismo apellido y pelaje que el ex – president de la Generalitat, que también nació en Girona, que es patria del también Presidente golpista, el fugitivo de la justicia, Carles Puigdemont.